¿Es bueno hacer ejercicio con agujetas?
Solo con oír la palabra 'agujetas' sentimos el dolor de las punzadas que se experimenta después de haber realizado un ejercicio más intenso del que estabas acostumbrado. Y la pregunta aquí es, ¿es bueno realizar ejercicio con agujetas?
Todo el mundo ha sufrido agujetas en algún momento. Y no, no es nada agradable, aunque forman parte del proceso de adaptación del músculo, el cual trata de conseguir una mayor fuerza y resistencia para la próxima jornada deportiva.
Alrededor de las agujetas, se han extendido toda clase de mitos y leyendas urbanas que no hacen sino confundirte más a la hora de enfrentarte a ellas de la manera más adecuada posible.
En este artículo, queremos arrojar luz sobre una de las dudas más comunes entre los amantes del deporte y hablar sobre si conviene continuar con las actividades físicas con este dolor muscular de aparición. ¡Vamos!
¿Es bueno hacer ejercicio teniendo agujetas?
Quien ha experimentado la desagradable sensación de las agujetas, seguramente se haya acurrucado en el sofá a descansar en momento álgido del dolor.
Las molestias producidas por las agujetas pueden provocar que te mantengas inactivo durante los días posteriores. Si se trata de molestias leves, tampoco es recomendable no continuar físicamente activo, porque a veces estos dolores se benefician del ejercicio.
Se podría decir que es malo hacer ejercicio con agujetas siempre y cuando estas te impidan realmente seguir con tu rutina diaria. En tal caso, seguramente te estés enfrentando a una lesión.
Por tanto, a la hora de responder a la pregunta ¿es recomendable hacer ejercicio con agujetas? La respuesta es: depende.
Si el dolor fuera muy intenso, la mejor manera de actuar es aplicando frío, con una bolsa de hielo o de agua fría, sobre la zona más molesta, para favorecer la relajación del músculo.
En caso de molestias leves, hacer ejercicio con agujetas favorece que tus músculos se recuperen y, como consecuencia, a mitigar el dolor asociado a estas. Es muy recomendable que te mantengas activo, aunque a unos niveles más bajos, mientras tienes agujetas para reducir el riesgo a generar lesiones.
En este sentido, la práctica de la natación resultaría la más beneficiosa para mantenerte activo mientras sufres de agujetas. El efecto masajeador y compresivo que ejerce el agua sobre la musculatura actúa de modo muy eficaz en la disminución del dolor, generando fortalecimiento muscular y aumentando el flujo sanguíneo.
Tal explicación nos ayuda a aclarar la afirmación que determina que las agujetas se quitan con más ejercicio. Si realizas la misma rutina que te ha provocado la aparición de las agujetas, estarás cometiendo un gran error. De hecho, solo lograrás que te duelan más.
El descanso, unido a ejercicio físico suave, son el mejor remedio para aliviar las agujetas y favorecer tu pronta recuperación. Si lo consideras necesario, también puedes tomarte un antinflamatorio para reducir el dolor.
Por otro lado, la realización de estiramientos después de prácticas suaves, también resultará de gran alivio para tu cuerpo.
¿Por qué aparecen las agujetas?
Las agujetas son micro roturas fibrilares que surgen a causa de la falta de adaptación de los grupos musculares a una intensidad de ejercicio determinada.
Después de una práctica de ejercicio más intensa a la que estás acostumbrado, las agujetas hacen su acto de presencia en torno a las 24 horas, alcanzando su punto álgido a las 48 horas.
¿Qué se siente al tener agujetas? Si lo has experimentado, sabes de qué hablamos: sensibilidad, tensión muscular, debilitamiento, dolor agudo en las zonas que hayan realizado un mayor esfuerzo durante la práctica, así como tumefacción de los músculos.
Tal cuadro clínico, que puede llegar a extenderse por una semana, siempre genera la duda de si conviene continuar entrenando de forma regular y, en ese caso, qué tipo de ejercicio realizar.
¿Cómo prevenir las agujetas?
Tal y como hemos mencionado al comienzo, las agujetas aparecen de manera natural en nuestro cuerpo, como respuesta de las fibras musculares ante un ejercicio intenso, por encima de lo que normalmente realizas.
Evitar las agujetas es una tarea complicada y no, beber agua con azúcar no previene las agujetas. De hecho, no se tiene constancia de dónde proviene este mito, pero lo cierto es que muchas personas confían en este remedio infundado.
Algunos estudios determinan que si calentamos previamente a la práctica, así como una sesión de estiramientos al finalizar, ayuda a reducir el dolor muscular de posterior aparición, es decir, las agujetas.
Además de ello, anota los siguientes consejos si quieres que tu experiencia con las agujetas sea lo más llevadera posible:
- Hidrátate: beber agua y bebidas isotónicas en cualquier fase del ejercicio te ayudará a mitigar el dolor de las agujetas.
- Aumenta la intensidad del ejercicio gradualmente: practicar ejercicio después de mucho tiempo es el mejor caldo de cultivo para la aparición de las agujetas. Lo ideal es aumentar tanto el tiempo de ejercicio como la intensidad de la práctica de manera gradual, y no darlo todo en la primera semana.
- Alimentación adecuada: los alimentos ricos en polifenoles, como los tomates, los frutos rojos, las judías o las lentejas, contienen propiedades antinflamatorias y antioxidantes de gran valor para prevenir y mitigar las agujetas.
Artículos recomendados que te ayudarán a recuperar el músculo y reducir la intensidad de las agujetas
Aunque las agujetas son prácticamente inevitables a la hora de hacer ejercicio, especialmente si estás empezando y tu cuerpo todavía no está acostumbrado a un ritmo más intenso, hay algunos artículos que pueden ayudarte a recuperar el músculo y conseguir así que el dolor sea más leve yno te impida hacer vida normal después de hacer ejercicio.
Desde Fitness Tech recomendamos en primer lugar nuestra pistola de masaje muscular, orientada precisamente a aliviar molestias musculares y prevenir lesiones, y un foam roller, un práctico rodillo rígido pero acolchado que ayuda a masajear los músculos que han sido trabajados para reducir así posibles dolencias.
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